Haga su propio recorrido alternando entre las piscinas calientes, temperadas o frías.
Le proponemos empezar con una ducha tibia y dirigirse hacia los baños que se encuentran a 36 grados. Cuando su cuerpo se haya relajado y su piel esté preparada, diríjase a los baños calientes que se encuentran a 39 grados.
Continúe su recorrido por el baño turco a 90 grados. El vapor de agua y el agua a altas temperatura contribuirán con la elasticidad e hidratación de la piel. Termine con una zambullida en la piscina de agua fría a 18 grados.
Entre cada baño, relájese en un ambiente tranquilo, la sala de descanso. Aproveche para rehidratarse con un té con menta que contiene propiedades hidratantes y estimulantes.
Le encantará el masaje relajante con aceites esenciales opcional. Se le propone este servicio para la espalda, los pies o ambas zonas.